TRADICIÓN O DERROCHE. ALBA PÉREZ ESCALONA

SOBRE LA SEMANA SANTA

Ya se escuchan el retumbar de los tambores, se siente ese olor a incienso...pero a pesar de estar en plena Semana Santa, no a todos les hace la misma ilusión esa fiesta.

De esto me percaté hablando con compañeros de mi facultad, los cuáles me comentaron que creían que esta “costumbre” era un derroche, que las hermandades gastaban cantidades descomunales de dinero en vestir a nazarenos, contratar bandas de música, arreglar las imágenes de los santos...

Por esto me dijeron que eso no es una tradición que es sólo un derroche que no da ningún fruto, cuando hay muchas personas en el mundo, que según ellos, necesitan mucho más ese dinero.

Pero después de esta charla me quedé pensando y recordé que en mi pueblo (Alhaurín el Grande), en Málaga, hay miles de personas que viven y sienten la Semana Santa como si fuese parte de sus vidas y veneran a sus santos como si de parte de ellos se tratase.

Por esto, hablé con Beatriz, una chica que pertenece a una de las hermandades de mi pueblo, y que me comentó que si se gasta ese dinero es por mantener una tradición que lleva viva tantos años, y que en su hermandad todos trabajan mucho. Unidos emplean su tiempo en llevar a cabo esas procesiones tan esperadas para muchos ciudadanos que participan y que ponen toda su ilusión en que todo salga lo mejor posible. Además, me explicó que ese gasto se necesita para mantener la imagen de su santo en las mejores condiciones para esos días, ya que es una figura antigua que necesita de muchos cuidados, y ellos se encargan de él.

Otro detalle fue que en esas hermandades, tanto jóvenes como mayores se unen para trabajar, dejando de lado muchas veces sus ocupaciones, ya que todos trabajan o estudian y se sacrifican para estar ahí la mayoría de los días.

He aquí la polémica...Tradición o derroche.

Pues como podemos ver, para gustos no hay nada escrito.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Eso va con la gente. Pero si te pones a pensar en gastos, nadie puede hacer crítica al respecto porque todos hacemos gastos muchas veces innecesarios. Y a mi no me gusta la Semana Santa.