CÓMO MATAR DE HAMBRE… COMPRANDO ALIMENTOS. MIKI (DECRECE MADRID).

COMERCIO Y ESPECULACIÓN
Por el día de la Tierra, hablaremos sobre una de las principales causas del hambre: la especulación de alimentos, qué es y cómo funciona. Y al terminar… ¡¡una magnífica noticia!! Vayamos paso a paso… Imaginaos que de las chorrecientas toneladas de café que se producen en un año, una gran fortuna compra el 50% de tooooooda la producción mundial. Digamos que entonces el precio del café se duplicaría, porque hay la mitad en circulación.

Así, el dinero que hemos invertido en comprar café habría duplicado su valor. Es decir, compramos, esperamos a que el precio suba, y entonces rápidamente lo vendemos, antes de que el precio baje. Quizás haya sido un poco reduccionista, pero algo así pasa constantemente con el arroz, el trigo, el maíz, el azúcar… Y no se compra para comerlo, no… bueno, sí, en el 0’5% de los casos los “contratos de futuros” se acaban ejecutando. El 99’5% de la compra-venta de productos básicos es simple y pura especulación… ¡bienvenidos al mercado de futuros de los alimentos!

No es la única forma de hacer que el precio suba. No hace falta comprar el 50% de la producción mundial. Puedes comprar el 30% de las importaciones de un país, esperar a que suba el precio y luego venderlo en ese mismo país. Puedes donar toneladas de grano (excedentes de producción) a un país empobrecido en concepto de ayuda al desarrollo. Esta mercancía pasa inmediatamente al mercado negro a un precio ridículo, siempre inferior al que lo venden los productores locales, por lo que todos quiebran.

Cuando el país se ha quedado sin capacidad de producir cereal, entonces exportas grano a ese país, ya no gratuito, sino que se lo vendes al precio que quieras. También puedes presionar a un país para que prohíba la producción propia de aceite tradicional de mostaza (por ejemplo en la India) o incluso envenenar sus suministros, entonces cuando está prohibida la producción artesanal de aceite (introduciendo estándares de calidad) vendes aceite de soja producido a gran escala. Las formas son sólo limitadas por la imaginación.

Pero lo que ahora nos atañe es lo referente al mercado de futuros de los alimentos y su relación con el precio de los alimentos. Para ello basémonos en un ejemplo. El depósito financiero 100% natural de Caixa Catalunya. ¿En qué consiste? Sencillamente es un depósito “de alto riesgo” en el que, si el precio de tres productos básicos (café, azúcar y maíz) suben, te dan el 7%. Que alguno no sube, no te dan nada, pero te garantizan el capital inicial. Vamos, que lo llaman de alto riesgo porque puede que no ganes nada.

Bueno, ¿y qué hay de malo? Como ya hemos explicado, la compra-venta de alimentos es la razón de que el precio suba. De hecho, de media, el precio de los alimentos subió un 2% en 2005, un 14% en 2006 y un 36% en 2007. Durante este año el café se incrementó un 34%, el azúcar un 61% y el maíz un 38%. Es decir, se está incrementando exponencialmente el precio de los alimentos y eso, según el Banco Mundial, ha empujado a 44 millones de personas al umbral de la pobreza. Las estadísticas de la FAO corroboran este incremento de la pobreza.

“Pero si el precio de los alimentos sube, los agricultores ganarán más por sus cosechas”, se podría pensar… Sin embargo, los campesinos han sido desplazados de sus tierras (unos 2000 millones) o han pasado a ser asalariados o son autónomos pero dependen, tanto para producir (de insumos químicos y de semillas) como para vender, de grandes multinacionales.

Pues son ellas las que fijan los precios de venta. Es decir, que, de tener ingresos más o menos fijos, han de hacer frente a precios cada vez más elevados (recordaros que en los países sobredesarrollados gastamos sobre el 15% del salario en comida, en los empobrecidos gastan más del 80%). Es decir, una subida en el precio de estos productos significa más hambre en el mundo: más desnutrición, más guerras por escasez de recursos o propiedad de la tierra, más muertos de hambre o mayor endeudamiento de los países empobrecidos con el FMI o empresas privadas para poder comprar alimentos…

Y ¿por qué se invierte en esto sabiendo las consecuencias que tiene? Está claro, el beneficio económico. Pero el lucro no lo explica todo. A veces se invierte en alimentos simplemente por aburrimiento. Pero está claro que nadie simplemente por aburrimiento mataría a una persona, o a miles… ha de haber una desconexión fuerte entre la acción y las consecuencias. A ello contribuyen el márketing de las entidades financieras, lo desconocido del tema, el planteamiento acrítico de los inversores, la producción y distribución de alimentos a larga distancia, las nuevas tecnologías de la información…

Por suerte (y aquí viene la buena noticia), ¡¡el depósito 100% Natural de Caixa Catalunya ya no está disponible!! Esto es gracias a la lucha de entidades como Veterinarios Sin Fronteras o el sindicato COAG, ¡felicidades! ¿Quieres colaborar en su lucha? Firma. Gracias a su lucha han conseguido llevar al congreso una proposición no de ley para prohibir la especulación con alimentos en países en desarrollo.

Y el decrecimiento… bueno, digamos que en un sistema de producción y distribución de alimentos descentralizado, basado en redes de solidaridad y confianza, de corta distancia, donde conoces a tus productores por el nombre, y el nombre de sus hijos, y has visto la tierra que te da de comer… la especulación de alimentos, simplemente, no tiene lugar, no podría haber esos mercados de futuros. ¿Quieres “seguridad alimentaria”? ¿Quieres acabar con el hambre? Decrezcamos. Sin nuestro decrecimiento no será posible.

MIKI. DECRECIMIENTO MADRID

PUBLICADO EN http://sindominio.net/wp/decrecimientomadrid/

1 comentario:

yoquieroyactúo dijo...

Gracias Miki por tu artículo, muy pedagógico.
"Me sorprende" que no tenga comentarios. Hay que seguir insistiendo en algo que no creo que haya llegado a oídos de tod@s y que aún tenemos que incorporar a nuestros hábitos de vida.

Un saludo.