LA TRAICIÓN DE LA PRENSA. DANIEL ANZOS.

PRENSA Y MANIPULACIÓN
En estos días que nos ha tocado vivir, donde el pueblo quiere despertarse de un mal sueño en el que ha dejado de ser la fuente de donde manan los poderes del estado para convertirse en meras unidades de producción y consumo, con cada vez menos y menos derechos, creo que merece la pena explicar de forma clara como se han relacionado tres poderes para explotarnos de forma casi global, y sin que apenas seamos conscientes de ello.

Los anónimos portagonistas, que nos contamos por miles, y que apoyamos la bautizada como Spanish Revolution, hemos apuntado nuestras miras a sectores los cuales nos parecen los responsables de las crisis artificiales y de que nos roben y ninguneen; hablamos por supuesto de los POLÍTICOS, la BANCA, y de su brazo mediático, los MEDIOS DE COMUNICACIÓN. Muchos también creemos que hay ciertas familias que son las que dirigen a estos actores, junto a otras instituciones de gran relevancia, en una obra de teatro donde nuestro papel es ser meros espectadores y en la que, llegado el momento, tendremos que sufrir las consecuencias de su predeterminado guión. La actividad de estos actores y de esas familias podrán ser objeto de posteriores entradas; de momento expliquemos como se ha perpretado LA TRAICIÓN DE LA PRENSA.

Se llama traición a "renegar con dichos o acciones, de un compromiso de lealtad hacia una idea, asociación, o grupo de pertenencia". En base a esta definición, hablamos de TRAICIÓN DE LA PRENSA al hecho de que esta profesión y estos profesionales pretendieron erigirse un día como un supuesto "cuarto poder" que vigilaría de cerca las fechorías de la clase política y empresarial para exponer al público la verdad objetiva, y así defender los derechos de los ciudadanos.

Ellos se vendieron como garantes de las libertades y la democracia, para terminar pasado muy poco tiempo como la pantalla de cine donde los banqueros, políticos y empresarios muestran la película que les interesa que veamos. Es por este acto de traición por el que comienzo a diseccionar a las élites que nos manipulan precisamente por ellos; nada me repugna más que un traidor, quien falta a una confianza tácita, máxime cuando la prensa es parte necesaria para que los corruptos tracen y ejecuten sus planes. Ellos nos tapan los ojos mientras otros nos roban la cartera.

La labor que ejecuta la prensa en el mundo de una persona normal, de cualquier ciudadano, es la de presentar una versión como lo que realmente está sucediendo. Ellos repiten una y otra vez una supuesta verdad objetiva hasta que llega un momento que esa versión pasa a formar parte de la realidad colectiva, y es aceptada como una verdad indiscutible. Está más que estudiado como, muy a pesar nuestro, una mentira repetida mil veces se convierte en verdad.

Y también al revés: una verdad nunca dicha para a ser por fuerza una versión sesgada y falsa. Podemos exponer ejemplos de ello, como pueden ser las armas de destrucción masiva que había en Irak y que motivaron su invasión, el calentamiento global que amenaza nuestro clima y justificará nuevos impuestos por el hecho de vivir, o la versión oficial del 11-S en la que un impacto de avión unida al incendio del combustible que lleva puede literalmente pulverizar un mastodóntico edificio de más de 400 metros construido de impresionantes estructuras de hormigón armado con el mejor acero que uno se puede imaginar. Si usted se atreve, diga ante su grupo de amigos que el efecto invernadero no existe y que las torres gemelas fueron dinamitadas, verá sus reacciones incrédulas, pues eso no es lo que ellos vieron "con sus propios ojos" en los medios.

Un efecto sumatorio al de la repetición de las versiones que interesa mostrar es la presión de grupo. Les describiré como funciona con un ejemplo real: en una mesa con 10 personas se muestra una figura sencilla y las personas tienen que ir diciendo una a una lo que ven, y usted es el último en hablar. Aparece la figura de un cuadrado, con sus cuatro lados, y la primera persona dice que es un triángulo. Seguramente usted se reiría. A continuación la segunda persona observa detenidamente la figura, y dice que es un triángulo. Me gustaría ver su cara.

La tercera persona, después de observar detalladamente la figura y de contar los cuatro lados dice que es un triángulo. Y así sucesivamente. ¿Que cree que vería o diría llegado su turno cuando todos en la mesa le mirasen? Las pruebas reales indican que usted diría que es un triángulo, pues la presión de un grupo del que instintivamente no quiere ser excluido tiene mucha más importancia que si hay un lado más o menos en el dibujito.

Visto el ejemplo anterior véase un ejemplo práctico: la televisión dice que el planeta se calienta por causa del CO2, cambia de canal también dice lo mismo, incluso con las mismas palabras, y en las otras cadenas también, todos los días. Además le dicen que el nivel del mar está subiendo, y que los científicos de la ONU corroboran los datos. Tomando el café lee en el periódico la misma noticia, y si mira a los demás periódicos también dicen exactamente lo mismo.

En el suplemento dominical hay un reportaje detallado de cómo funciona el efecto invernadero. Además, en su trabajo para concienciarle para cuidar el planeta le ponen el vídeo de Al Gore que le explica que estamos llegando a las 400 PPM de CO2. La radio habla de que los casquetes se derriten y se convierten en enormes iceberg que amenazan la navegación marítima.

Justo después emiten un anuncio donde su comunidad autónoma le da un dinero si se compra un coche con bajas emisiones de carbono, y que además unos niños van a plantar árboles para absorber CO2 y salvar el futuro del planeta. Por supuesto en internet hay colgados extensos dosieres y noticias que afirman la noticia del CO2, y su compañero de trabajo le regaña por viajar solo para ir a trabajar todos los días en su coche en vez de coger el autobús.

Bien, dígame: ¿Se calienta el planeta por culpa del CO2? No conteste, a diferencia del experimento anterior a nadie le importa su opinión. Usted jamás dirá delante de sus amigos y conocidos, delante de la sociedad, que el cambio climático es una farsa, bajo pena de convertirse en enemigo del planeta, un ecoterrorista radical e irracional, y así verse excluido de su familia, grupo de amigos y de su comunidad. Demasiada presión, presión de grupo.

Por cierto, unos 30.000 científicos verdaderamente independientes de la ONU dicen que el CO2 nada tiene que ver con el calentamiento del clima, y que ello depende exclusivamente de los ciclos solares.

Técnicas como las expuestas para modificar la percepción y el comportamiento son usadas diariamente por todos los medios de comunicación: asociación de imágenes, el uso de determinadas palabras clave, estudiado orden de las noticias, etc. Un sin fin de técnicas de las que nosotros no podemos ser conscientes porque no nos las han enseñado. Por lo tanto no se sienta mal porque le hayan tomado el pelo: simplemente ellos abusaron de su confianza y le engañaron durante todos estos años.

Hasta el momento hemos hablado de la televisión, de la radio y de la prensa escrita. Pero hay otros medios por los cuales implantan en nuestras vidas interesadas visiones de la realidad. Quizás la más evidente sea el cine. Es el más potente medio unidireccional de adoctrinamiento donde nada es casual y hasta el más mínimo detalle está estudiado para provocar en usted sentimientos o reacciones que interesan a las clases dominantes. Por ejemplo, las películas románticas, donde el chico busca el amor de la chica, es una historia repetida una y mil veces. ¿Acaso es fiel a la realidad?

Los hombres que más éxito tienen con las mujeres no van precisamente detrás de ellas, si no que es la mujer la que lo intenta cazar. La razón por la que el cine detalla los intentos de los hombres por agradar a las mujeres es porque después los hombres usan esa forma de actuar en su vida real porque a ellas les parece romántico.

Pero el trasfondo es puramente económico: la idea es que si quieres a una chica le regales flores, al menos una docena, y te gastes un buen dinero en ese coche de alta gama para mostrar buena impresión, y que uses un perfume de marca, y por supuesto la ropa a la moda, y si vas en una moto serás mas atractivo, y si viajas a Bora Bora tendrás una vida más interesante. Y finalmente declárate regalándole un gran diamante. Se potencia el consumismo y lo impersonal.

Veamos un ejemplo diferente. ¿Ha visto las últimas películas sobre invasiones extraterrestres? Ha habido varios estrenos últimamente, y todos tienen algo en común que no se daban en las películas del tema anteriores: todas tienen como escenario el combate de tropas en ambientes urbanos de ciudades occidentales. Simplemente implantan la imagen de que es normal, y hasta bueno, que las tropas puedan desplegarse en su ciudad. Siento decirle que los ejércitos son para combatir enemigos extranjeros, que los extraterrestres aún no nos han invadido, y que el trabajo de controlar nuestras ciudades es de la policía.

Casualmente en España se ha creado hace poco la UME, Unidad Militar de Emergencias, una unidad directamente dependiente de la presidencia del gobierno cuya misión es actuar solo en nuestro territorio, con la excusa de que Protección Civil es poco eficaz en posibles catástrofes (y mucho más si no la dotamos de los mismos medios). Programas parecidos se siguen en países de nuestro entorno: los militares están siendo preparados para intervenir contra la población civil, y el cine nos dice que no tengamos miedo.

Estrategia similar se sigue con los videojuegos. Hoy en día poco tienen que ver con los viejos juegos en que había que comer bolitas y escapar de los fantasmas. Son tremendas plataformas publicitarias en las que se presenta un escenario en el que la persona se mueve. Algo que una persona vive. Que es real, que podría serlo, o como si lo fuera, y que en todo caso se acepta como una realidad posible.

Volviendo al ejemplo de las tropas combatiendo en nuestras propias ciudades, les invito a que vean el trailer de "call of duty modern warfare 3" el último juego de una de las sagas más espectaculares de juego en primera persona. He sido muy aficionado a estos juegos, pero la realidad que se presenta en este es simplemente terrorífica, y les habla un adulto con experiencia en lo que se ve en este juego. Por cierto, este juego será jugado por sus hijos, muchísimo más moldeable que usted.

Finalmente quiero comentar el caso de internet, en lo relativo a los foros de opinión. Aparte de la versión digital de los diarios y las televisiones, existen los foros de opinión en los que las personas opinan libremente sobre cualquier tema. Ahora mismo esos foros de opinión son el foco de la difusión de desinformación más descarada que existe.

Existen blogueros cuya única misión es ridiculizar o criticar a las personas que opinan de forma diferente a la oficial, y de esta forma minar la confianza que un usuario puede tener en la información de un foro o blog. Para no extenderme demasiado les pondré de ejemplo los comentarios que se han recibido en mi anterior entrada "No me gusta españistán" donde pongo en duda las verdaderas intenciones de un video "gracioso" que ha surgido para explicar la crisis inmobiliaria en España.

Véalo usted mismo, y fíjese que hay dos personas opinando: una expone sus razones, y la otra me critica a mí. Las opiniones de la segunda clase son muy frecuentes en foros sobre cambio climático, sobre economía, vacunación, etc. Por cierto, cada vez son más frecuentes las voces que claman por una regulación de internet "por motivos de seguridad". Quizás pronto usted o yo no podamos opinar sobre algún tema con una visión no respaldada por la televisión. Y si no consiguen regular internet, siempre podrán cerrarlo. Recientemente el presidente Obama ha aprobado un sistema para cortar internet "en caso de emergencia".

Después de repasar, de una forma muy superficial, como se nos imponen unas realidades falsas a través de la televisión, la radio, los diarios, el cine, los videojuegos y de internet, solo queda que usted mismo tome conciencia de que quizás sus más profundas creencias se las hayan implantando usando técnicas deshonestas, y quizás, ha llegado el momento de no creerse lo que sus ojos ven en la televisión, o lo que sus oídos escuchan en la radio.

Que el escenario que ve es una distracción, como el capote del torero que esconde la espada mortal. La eterna guerra de derecha contra izquierda, lo inevitable de las crisis, el invencible narcotráfico, el ilógico terrorismo... ¿Es así? Use su lógica, póngalo en duda, NO sea una marioneta usada para difundir falsedades e hipotecar un futuro en libertad para sus hijos. Y llegado el momento recuerde LA TRAICIÓN DE LA PRENSA.
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