CARTA A LOS REYES MAGOS. ANTONIO DE MIGUEL ANTÓN

QUERIDOS REYES MAGOS

La mayoría de dirigentes políticos de nuestro país llevan años intentado reformar la educación. Desde mi punto de vista, todos cometen el mismo error y enfocan las cosas desde el punto de vista equivocado.  Desde el mismo momento que recogen sus credenciales de responsables políticos, su única obsesión es querer mejorar el futuro de la educación, reformando lo que se hizo en el pasado. Y no escatiman en esfuerzos, ni en recursos. Seguro que el ministro Jose Ignacio Wert y su equipo ya están elaborando una nueva ley de educación. En breve tendremos una nueva reforma educativa que debería venir a solucionar los problemas de la educación en nuestro país. Y digo debería, porque no creo que lo haga. Desde mi punto de vista, hacen mal las cosas. Para mejorar la educación no hay que reformar el modelo anterior, hay que transformarlo. Nuestros políticos deberían ir por este camino.

Como mi desconfianza en ellos en este asunto es plena, he pedido a los Reyes Magos que cumplan mis deseos, tal vez ellos sean más comprometidos. Seguro que sí.

Queridos Reyes Magos:

Os escribo para pediros algo que llevo muchos años deseando. Necesito, bueno necesitamos un sistema educativo con nuevas formas de enseñar y de aprender. La educación tiene que cambiar. Tenemos que crear un nuevo modelo de educación que se adapte a las nuevas realidades que vivimos, a esta nueva sociedad que tanto ha cambiado. El modelo tradicional genera mediocridad. Es hora de romper con el modelo tradicional de enseñanza, tan uniforme y poco creativo en el que nos educamos.

Es hora de transformar la copia y la memorización por la imaginación y la motivación. Es hora de dejar atrás esta educación que no tiene en cuenta la individualidad ni el talento, así como las necesidades, capacidades, intereses y habilidades específicas de sus alumnos.

Es necesario cambiar los paradigmas en la Educación, es necesario romper con el sistema reduccionista y de estandarización. Es prioritario terminar con el fracaso y el abandono escolar tan prematuro; para ello, es fundamental buscar una educación dinámica, ilusionante, creativa, que emocione, que dé confianza, que motive, que entusiasme.

Los problemas de la educación no solo se solucionaran con austeridad y racionalización, haciendo un riguroso seguimiento de los gastos en telefonía móvil y fija en sus edificios de gestión educativa y en los distintos centros educativos. O retirando el populista y despilfarrador programa de gratuidad de libros. Además de eso, hay que enfrentarse a la causa del problema y a esos grandes paradigmas que han protagonizado, a lo largo de la historia, nuestro modelo educativo y el de casi todos los sistemas educativos públicos de todo el mundo. Tal vez para ello, para solucionarlo, deberían dar más poder a todos esos profesores creativos, entusiastas y dinámicos que día tras día, con mucho esfuerzo y trabajo, estimulan la imaginación y la motivación de sus alumnos.

El futuro de la educación pasa por retirar a esos líderes educativos que inundan nuestros colegios e institutos con un modelo de dirección exclusivamente administrativo, saturado de burocracia, muy mediocre, estático y profundamente reduccionista. No existe un modelo de liderazgo educativo, de gestor activo de ideas educativas, de animador de proyectos, de ideólogo de propuestas. La educación necesita de dirigentes diferentes a los que hemos tenido hasta ahora. Que ilusionen, que creen, que motiven, que apasionen con proyectos verdaderamente educativos.

La clase de educación que necesitamos en el siglo XXI es muy distinta a la que tenemos, por eso es necesario transformarla, por eso os escribo, por eso os pido lo que os pido. Bueno, no quiero continuar, que sé que estáis muy liados. Gracias por vuestros regalos.

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