VIVIENDO PELIGROSAMENTE: UNA TARDE EN LA UAM. MARINA FLOX BEN

UNA TARDE EN LA UAM. MARINA FLOX BEN

No practico mucho deporte, pero hoy he de reconocer que me he aventurado en uno de cabeza, un deporte de riesgo sin duda. Si no me creéis probadlo vosotros. Consiste en asistir a charlas de claro sesgo neoliberal.

Hoy he asistido a la mesa redonda “España ante la crisis del euro”, en el Salón de Actos de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UAM, en la que intervenían:

- Guillermo de la Dehesa: Presidente del CEPR

- Juergen Donges: Catedrático de Economía de la Universidad de Colonia

- Manuel Conthe: Presidente del Consejo Asesor de Expansión y Actualidad Económica

- José Carlos Díez: Economista Jefe de Intermoney

- Federico Steinberg, Profesor del Departamento de Análisis Económico de la UAM (moderador).

Dejaré los comentarios del resto y me centraré en el papel estelar de Juergen Donges, pues no tiene desperdicio.

Antes, una serie de observaciones que ayudarán a situar un poco más al lector en el irrespirable ambiente académico. Sólo son pequeñas notas que ayudan a generar un perfecto estado de indignación, por ello no quiero dejarlas pasar:

- No hubo posibilidad de preguntar, criticar, ni comentar nada con respecto a Guillermo de la Dehesa, puesto que este señor tan importante y ocupado tuvo que irse en cuanto dejó dicha su exposición. Hay que comprender que es muy probable que quisiera evitar pasar un mal rato si estaba seguro que podría haber alguien en la sala que cuestionara el papel de esa entidad tan familiar para él, Goldman Sachs.

- Los alumnes allí presentes, parecían no tener sangre en las venas, pues al finalizar no vi a ningune de elles pedir la palabra.

- Yo no soy alumna, pero la pedí, por supuesto. De poco sirvió. Sólo una persona tuvo esa oportunidad y diría que estaba más cerca de los ponentes que de les alumnes. Libertad de expresión, por supuesto. ¿La razón? Cumplieron estrictamente con el horario. Así que... lección aprendida: si tienes miedo a preguntas incómodas puedes irte en cuanto acabes de hablar o, en caso de que esta opción haya sido ya tomada por un ponente anterior, debes agotar el tiempo para no dar opción a las mismas.

- Los únicos comentarios que he oído al dejar la sala se basaban en los resúmenes que se debían entregar sobre unas ponencias tan rápidas y con tanta información. Esto no quita, para decir también, que me consta que algún docente sí que salió verdaderamente indignado ante semejante... charla (dejémoslo ahí, pues es difícil de calificar, no encuentro el eufemismo adecuado).

- Una charla de éstas necesita, de manera ineludible, la introducción de anglicismos, tecnicismos y todo lo que sea une capaz de soltar por su boquita, con tal de que la gente se entere lo menos posible de lo que están contando de fondo.

- Decir también, que desconozco la razón, pero no contamos con la presencia de Manuel Conthe.

Bien, ahora entremos de lleno en las joyitas que dejó caer el ponente citado. Las trasladaré aquí tal y como las he copiado, las traduciré al castellano de la calle y dejaré caer algunas cuestiones (aquí por suerte tengo más tiempo y libertad de expresión, aunque me tenga que perder las ventajas del “directo”).

1) El “Sr.” Juergen Donges, comentaba la exasperación que le producía oír hablar sobre la primacía de la política sobre los mercados. Traducido al castellano: el dinero, las finanzas, los tipos de interés, los mercados, los banqueros, los ricos... estamos por encima de la política, de las personas, de su voluntad, de las necesidades diarias de tener comida, techo, educación.... Pregunta: ¿esto no se atreve Vd. a decírselo a la cara y de forma clarita a “les bárbares” que reclaman una vivienda, no? ¿a que tampoco se atreve a decírselo a las madres que no saben cómo van a poder alimentar a sus hijos al día siguiente, verdad? No me extraña.

2) También ha manifestado su clara oposición a los eurobonos, por una razón muy sencilla: porque la prima de riesgo funciona, es decir, los gobiernos no hubieran hecho lo que han hecho si la presión y el miedo a la prima de riesgo no existiera. Traducido al castellano: si nos planteásemos tomar medidas económicas pensando en la gente y no en las finanzas... ¿cómo íbamos a imponernos a la gente y hacer más recortes sociales? Pregunta: ¿sabe que la gente, aunque crece oyendo eso de... “que viene el coco”, acaba por saber que no existe el tal Coco?, ¿sabe que incluso se pierde el miedo y se atreve a ir contra los verdaderos monstruos?

3) Asemejaba, constantemente, los Estados con las empresas, por eso le parecía estúpido hasta poder pensar en un salario mínimo, pues las empresas tienen que reducir costes para ser competitivas. Traducido al castellano: la ley de la selva, el Estado no está para garantizar un bien común, ni derechos ni libertades fundamentales. Está para competir con otros Estados. Si el salario no te llega para vivir no es problema de nadie. Si pierdes tu empleo porque tu empresa se traslada es porque ya no eres rentable. No le des más vueltas. Pregunta: ¿conoce el significado de la palabra vida? ¿se ha olvidado de que los Estados están formados por personas, por seres humanos y es por ellos por los que cobra sentido su existencia? ¿sabe que empresa no es lo mismo que persona? ¿sabe que Estado no es sinónimo de empresa?

4) El déficit no puede consistir en que un Estado ponga todos sus esfuerzos en producir, en producir... (silencio teatral): cheques bebé! (y algunas risas por parte de les asistentes que acompañan a este final inesperado). Traducido al castellano: el Estado no puede gastar dinero en dar ayudas ni en gasto social. Todo lo que no sea producir es tirar el dinero. La vida de las personas no son ninguna excusa. Tampoco si acaban de nacer. Pregunta: ¿por qué no habla directamente de matar a les más pobres? ¿a qué espera para cargarse directamente a les que no sean competitives o rentables?

5) La solución es constitucionalizar el gasto público y el déficit público. Traducido al castellano: ya hemos logrado colar en la Constitución la reforma en el artículo 135, preparaos porque queremos seguir ese camino y fijar en vuestra ley de leyes los mayores recortes sociales que podamos, para asegurarnos que el dinero vaya a fluir solo para quien tenga dinero y/o para quien nos lo pueda dar. Olvidaos de una vez de los derechos y libertades fundamentales que se recogen en la Constitución. Pregunta: ¿hasta cuándo cree que vamos a dejarnos pisotear y creernos culpables de la crisis para seguir soportando el peso que debería recaer sobre los verdaderos culpables y a los únicos que estamos salvando?

Como véis no os mentí, no tiene desperdicio, y me dejo un par de comentarios que aún conservo grabados en mi memoria. Creo que las traducciones servirán para llegar a cualquier lector/a y las preguntas sé que se quedan cortas, sobre todo por el tono que podrían adquirir. No son exactamente las mismas que hubiera hecho si me hubieran dado la oportunidad, pero ahora las resumiría todas en una que me callo por no perder las formas y porque seguro, al menos eso espero, que me habéis entendido lo suficiente como para que también surja en vosotres una pregunta realmente indignada

1 comentario:

carlo fontan dijo...

Lo absurdo es que a estos parásitos les paga el Estado con nuestros impuestos para convencernos de que el montante de nuestros impuestos no debe revertir en nosotros, los ciudadanos, sino que debemos regalárselo a los bancos para que sigan arruinando a los ciudadanos.
Vendedores de ruina: guerras, droga, hambre, miseria, desinformación, estulticia. Terminemos de una vez con esta parada de monstruos.