GARZÓN Y LAIA ORTIZ EN EL CONGRESO

2 comentarios:

juanmanuel dijo...

El discurso está bien, señala lo que debería ser una política económica para el pueblo, frente a la política económica que hace el gobierno para la oligarquía. Lo denuncian y el gobierno se lo pasa por el forro, hasta ahí todo perfecto. Pero aunque se expone toda esa plan inmundo, sin embargo no se les deja ante la evidencia de que eso es solo una estafa, un fraude social, es como si se hiciera un juicio sin pruebas, donde es su palabra contra la nuestra, ante su electorado, pues es a su electorado a quienes hay que convencer, o hacerles ver. Cuando tenéis la prueba, los argumentos, tenéis la lógica matemática y estadística, con números y conceptos sencillitos, ¿porque no los ponéis en evidencia ante su electorado? Tampoco se toca un problema crucial, que está en el origen del problema de la deuda: 'nuestro banco central que no es nuestro'. Ni puñetera referencia a este asunto crucial ¿por que?

juanmanuel dijo...

Hay mucha gente que piensa que esto es una cura de cirugía, dolorosa, pero inevitable e imprescindible para sanear la economía. Y podría serlo, por tanto no es suficiente con manifestar lo insostenible de esta medidas y esperar a sus catastrófico resultados para demostrarlo. No estamos ante una crisis como ha sucedido en tantas ocasiones, con el objetivo de fortalecer la hegemonía de los poderosos, hay algo mas detrás de todo esto. Y eso se debe intuir, y sobre esa base plantear el discurso. Hay temas que se tratan muy de pasada, y donde se debería de incidir más en el discurso, incluso centrar solo en eso el discurso y no dar otro paso si no se deja firmemente establecido ese, especialmente en lo relativo a la banca, y en la gente que la banca a colocado en el gobierno. Pero en cualquier caso, si se plantea desde esa intencionalidad que ya empieza a ser más que evidente, estas medida son fáciles de desmontar y dejar en evidencia. Hay que incidir más en la causa, con argumentos simples y sencillos, que lo son, que les haga ver a la gente claramente el problema, no a los gobernantes, pues ellos ya saben perfectamente la canallada que nos están haciendo. Hablarles a la gente, a sus electorados y no explayarse tanto en exponer los efectos del problema, en alternativas, y en tanto pedir soluciones lógicas