EL
FRACASO DE UNA NEGOCIACIÓN
Los representantes de las centrales
sindicales CSIF, CCOO y UGT en la Mesa General de la Función Pública
abandonaron el martes la reunión con el Gobierno andaluz en la que se intentaba
negociar el plan de ajuste de la Junta en lo que se refiere al recorte de las
retribuciones de los empleados públicos. Los sindicalistas acusaron a la
Consejería de Hacienda de hacer un paripé negociador tras constatar que el
Ejecutivo considera inamovible el recorte de 777 millones de euros en sueldos y
complementos que ya figura en el plan presentado en el Consejo de Política
Fiscal y Financiera.
En realidad, este intento de negociación obedece al
propósito de IU, expresado por el vicepresidente Valderas, de suavizar el
ajuste de modo que se repartiesen los sacrificios y no afectasen a los
empleados del sector público que perciben ingresos por debajo de los mil euros.
La idea de IU fue aceptada a regañadientes por sus socios del PSOE, pero con la
condición de no tocar la cifra de ajuste global indicada, cumpliendo así con
los compromisos de control del déficit y no arriesgando la posibilidad de que
el Gobierno de la nación penalice los ingresos de la Administración autonómica.
Así pues, el margen de maniobra que la Junta tenía, y tiene, en estas
negociaciones con los sindicatos es bastante reducido, sin que iniciativas como
la eliminación de pluses y complementos de los altos cargos o la hipotética
temporalidad de los recortes, a la espera de un horizonte económico más
desahogado, supongan una solución cuantitativamente suficiente y razonable para
el funcionariado. Ampliar el plazo de la negociación con la remota esperanza de
que las cosas cambien no va a servir, probablemente, más que para dilatar un
desencuentro que parece inevitable. Por diversas razones, ideológicas y
estratégicas, ninguno de los sindicatos y organizaciones profesionales
implicadas en estos encuentros está en condiciones de dar su brazo a torcer.
Así que ni por un lado ni por el otro se vislumbran posibilidades de pactar una
salida con concesiones. El recorte se hará, pero con el Gobierno andaluz
enfrentado a los funcionarios
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