HACIENDO HISTORIA CON EL PARO


HACIENDO HISTORIA 
El último trimestre del pasado año ha sido uno de los más negativos en materia de empleo. Con él se cierra un ejercicio, el de 2012, que ha llevado a nuestro país a la mayor tasa de paro de su historia. El Banco de España acababa de informar de que en ese trimestre se produjo una reducción del 0,6% en el Producto Interior Bruto, con una tasa interanual de -1,7%, que agrava la segunda recesión desde el inicio de la crisis, y ayer mismo la Encuesta de Población Activa informaba del aumento del paro en el cuarto trimestre: el año concluyó con casi seis millones de parados (exactamente 5.965.400), lo que significa una tasa de desempleo del 26,02%, desconocida en todo el mundo desarrollado en periodos de paz.


 No dejamos de subrayar, una vez más, lo que estas cifras suponen desde el punto de vista social, porque detrás de ellas se oculta el drama de cientos de miles de familias que carecen de lo más elemental, el medio de sustento que les permita una vida digna. La situación no parece aún más grave porque la población activa ha disminuido a consecuencia de la emigración, que vuelve a actuar como válvula de escape y del desánimo que hace que muchos ciudadanos dejen de buscar trabajo. 

A pesar de algunos parámetros favorables de la economía detectados en los últimos meses, como el comportamiento de las exportaciones y la prima de riesgo, las perspectivas no mejoran para los próximos meses, pues las previsiones del Fondo Monetario Internacional apuntan a la conrinuidad de la recesión durante todo el año 2013. Tal como estamos ya acostumbrados, en Andalucía el impacto de la crisis es todavía más intenso que en España, elevándose el paro hasta rozar el millón y medio de trabajadores, nada menos que el 35% de la población activa de la comunidad autónoma. Es la mayor tasa del país, casi diez puntos por encima de la media nacional y el doble que en las regiones del Norte, con respecto a las cuales se agranda la brecha. En este contexto, poco cabe esperar a medio plazo de hipotéticas políticas expansivas que permitieran la recuperación pronta del empleo, ya que las administraciones públicas siguen obligadas a continuar con el ajuste para reducir el déficit, ni de planes de estímulo europeos, realmente impensables hasta que se celebren, en septiembre, las elecciones generales en Alemania, la nación que marca la política de la Unión. En consecuencia, la recuperación sólo podrá venir de la mano de la vuelta del crédito y del relanzamiento de la actividad empresarial, dos de las carencias generales que revisten en Andalucía un carácter más acentuado. Los datos de ayer reflejan un gran fracaso de la sociedad de los gobernantes. No hemos mejorado.

FUENTE: MÁLAGA HOY

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