CAMBIAR NUESTRA VISIÓN, CAMBIAR NUESTRO PARTICULAR MUNDO. SERGIO MARTÍN FERNÁNDEZ


CAMBIAR NUESTRA VISIÓN
Son las 8 de la mañana salgo de casa y cada vez más personas duermen en mi calle, más personas sin hogar. Vuelvo a media mañana, la plaza esta llena de policías, cada vez más, mientras las autoridades llenan nuestros barrios de policía, más familias rebuscan en los contenedores, más drogodependientes arrastrados y tirados en la calle, mientras nuestro gobierno impulsa medidas de terror y más represión, la gente muere de hambre y más padres impotentes al llegar a casa sin nada para comer, sin poder tener un trabajo, ni siquiera uno precario.

Hacia donde nos lleva todo, a que todos seamos policías parece ser el único trabajo posible, en realidad vamos hacia un mayor totalitarismo en favor de los mercados financieros y los poderes facticos. Y no es el primer país en el que mientras se aumentan las fuerzas represoras el pueblo muere de hambre y en la mayor miseria, el problema es que se suele dar en países de los llamados "subdesarrollados", lo veíamos tan lejano que ahora no somos capaces de reconocerlo. 

Pero seguirán diciéndonos que hay que realizar más ajustes, porque hemos vivido por encima de nuestras posibilidades (posibilidades que los mercados y las instituciones económicas nos dieron mientras les fueran rentables), pero que después volveremos a crecer. ¿Y qué?,¿Crecer?, bien pero crecer para mejor o simplemente crecer, producir más más dinero, más consumo. Hasta que la visión, hasta que nuestros parámetros, hasta que todo esto no cambien, seguiremos con los mismos problemas, nosotros no tenemos que estar al servicio de la economía, la economía es la que debe estar al servicio de la sociedad. 

Como estudiante de economía, me avergüenzo cuando en mis apuntes, veo mencionadas varias veces las vías del crecimiento del PIB, del consumo, del PAÍS, pero ninguna cita sobre como crecer para acabar con la pobreza. En la economía se presupone que el crecimiento trae la igualdad, pero la realidad es que en los modelos económicos, primero se imponen los criterios de eficiencia y eficacia e implícitamente suponemos que la redistribución, la equidad y la igualdad vendrán a  continuación. Nada más lejos de la realidad, crear modelos con el supuesto principal de que las familias y las empresas busquen maximizar sus beneficios, porque ello maximizara su utilidad y esto es creer que esta utilidad equivale a nuestro concepto de felicidad producen un sesgo en los resultados y además un error en la aplicación de estos modelos a las decisiones oficiales. Por ello toca aceptar nuestra responsabilidad, fuimos cobardes y nos escondimos detrás de los políticos y "los mercados" en la crisis, cuando sabíamos muy bien que los supuestos del neoliberalismo y la desregularización financiera se gestaron en las universidades.

Por ello el primer paso debe ser, el de los futuros economistas que cuando salgan de las universidades, sepan que un modelo puede ser simplificador y por ello facil de utilizar, pero antes debe de basarse en hipótesis y supuestos ciertos y necesarios.

Por una vez pensemos y cambiemos como decía un profesor: de gafas con las que analizamos la sociedad y el entorno económico. Hay mucho detrás del PIB, mucho más que simple números de aduanas, contabilidad nacional, es  muy bonito mirar esos gráficos con tantas oscilaciones, divertido ver en gráficos el crecimiento de un país, de la inversión, etc. Pero detrás de todo el análisis estadístico, hay personas, comprendamos que en cada número que analizamos, no estamos mirando la tendencia de un gráfico, sino la tendencia de un conjunto de familias, padres, madres, hijos/as, abuelas/os, que detrás de los números existen sentimientos. Pongámosle a cada número un nombre, a cada concepto económico-técnico, su contexto y las consecuencias en términos sociales que le acompañan.

No somos científicos, ni mucho menos desprecio a estos, los admiro, pero en la economía no hay leyes exactas, porque las personas no son perfectas, son complejas e imprevisibles, y en la economía ante todo analizamos interacciones entre personas en el contexto de una sociedad determinada. Y me alegro, porque el trabajar para la sociedad y no para la economía como concepto superior, es lo que me hace seguir estudiando esta disciplina, la cual hoy, está en boca de todos y es odiada por tantos y con razón.

Tenemos una responsabilidad, seamos realistas y no nos perdamos en sofisticaciones de laboratorio y si realicemos el estudio que nos toca, el de la sociedad.

No seamos simples técnicos contables y ayudemos en la proporción que cada cual pueda a cambiar la sociedad, hacia algo mejor.

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